El yoga de las perspectivas primordiales

El modelo integral de Ken Wilber trata de incluir e integrar la mayor cantidad de verdades de distintas disciplinas y ramas del conocimiento como es posible. Desde el punto de vista de este modelo integral, una visión abarcante hoy en día debería incluir, al menos, los diferentes niveles de consciencia, tal como se manifiestan en lo individual y en lo colectivo, en lo subjetivo y en lo objetivo (los cuatro cuadrantes o las perspectivas de 1ª, 2ª y 3ª persona); las diferentes líneas o aspectos que se desarrollan a través de los distintos niveles en cada uno de los cuadrantes; los diferentes estados en cada cuadrante y los diferentes tipos dentro de cada nivel.
En definitiva el modelo integral trata de incluir las distintas aportaciones de la premodernidad, la modernidad y la postmodernidad, lo cual es posible porque hoy en día tenemos acceso al conocimiento de todas las culturas y tradiciones.


De la premodernidad tomamos la Gran Cadena del Ser, complementada por el conocimiento actual más detallado de los distintos estadios en cada una de las líneas que recorren esa Gran cadena, así como con la comprensión de la evolución y de los correlatos materiales de la consciencia. De la filosofía postmoderna tomamos la comprensión de tener en cuenta los marcos interpretativos, es decir los contextos culturales y sociales, o sea la comprensión de que la consciencia no solo es algo individual, también es algo moldeado social y culturalmente.
Desde punto de vista espiritual la importancia del modelo integral es que nos da un mapa más detallado del samsara (la manifestación), que nos ayudará a trascenderlo más fácilmente encontrando el nirvana (la consciencia infinita sin forma). En el siguiente paso, el de la integración de samsara y nirvana, nos ayudará a que esa integración sea más abarcante y compasiva, pues estaremos teniendo en cuenta la mayor cantidad de aspectos posibles en nuestro abrazo. El asunto es que los elementos del modelo integral representan aspectos reales del Kosmos que si no tenemos en cuenta nos pueden influir o sabotear de forma inconsciente.
La “fase 5” del modelo de Ken Wilber o el modelo intetggra post-metafísico
Todo lo visto representa la fase 4 del trabajo de Wilber (para más detalles ver mis ponencias de años pasados: http://207.44.196.94/~wilber/es/villar-es.html y http://207.44.196.94/~wilber/es/jornadas_I_2_villar.html ) y es ligeramente reinterpretado en lo que muchos llaman (también Wilber a veces) Wilber 5 o post-metafísica integral y su contrapartida práctica, el pluralismo metodológico integral. Este modelo trata de liberar a la visión espiritual de todo su bagaje premoderno (metafísico) para que pueda ser legitima y sobrevivir en el mundo moderno y post-moderno.
Así como el mito y el dogma son el material de la religión metafísica, la experiencia directa y la ciencia profunda son la base de una espiritualidad post-metafísica. Gran parte de los filósofos perennes ya usaban métodos post-metafísicos, y por ello sus comprensiones son bastante validas. Pero muchas de sus interpretaciones eran metafísicas, porque aquel era el marco interpretativo disponible en aquel momento.
Por ejemplo, para las tradiciones espirituales el desarrollo espiritual consiste en re-descubrir niveles preexistentes que fueron creados durante la involución. Para la modernidad y, sobre todo, para la post-modernidad, nada es preexistente y, por lo tanto, redescubierto, todo es construido.
Lo que se requiere es una reconstrucción post-metafísica de las tradiciones espirituales, una forma de derivar los aspectos básicos de la visión espiritual- del satori o la salvación como una “vuelta a casa” a la existencia de niveles u olas de consciencia- pero sin postular realidades ontológicas preexistentes (que solo podríamos justificar mediante especulación metafísica). Si no podemos hacer eso, entonces la espiritualidad no tendrá respetabilidad intelectual en el mundo moderno y postmoderno.
La cosa es que en cualquier momento dado, los estados superiores están disponibles colectivamente, aunque lo estadios superiores no lo estén (no obstante, estos estadios superiores pueden ser forjados en formas particulares por individuos o sangas); pero cuantos más individuos entren en los estados superiores, se vuelven más fácilmente disponibles como estadios colectivos (o hábitos Kósmicos), estadios que parecen a priori pero son realmente a posteriori—esta es la esencia de la explicación post-metafísica de los potenciales más elevados sin considerarlos como preexistentes. Así que los distintos niveles de consciencia serían algo plástico en gran medida, y la “Gran Cadena” es solo un vasto gradiente morfogenético de potenciales, y no un conjunto de niveles predeterminados a través de los cuales la humanidad debe pasar en su camino hacia la Realización. No obstante, una vez que un nivel de consciencia emerge en suficiente gente, entonces ese nivel se transforma en un patrón Kósmico para el desarrollo futuro, y se vuelve un nivel fijo a atravesar en el desarrollo.
La filosofía premoderna era metafísica (i.e. asumía sin problemas la existencia ontológica de varios planos, niveles y reinos de realidad trascendente); sin embargo la filosofía moderna es primariamente crítica ( investiga las estructuras del sujeto conocedor y pone en duda el estatus ontológico de los objetos del conocimiento), y así la modernidad trajo una actitud crítica muy saludable sobre este tema, (aunque se pasó en su celo crítico y muchas veces eliminó todos los objetos de conocimiento excepto los materiales). Como hemos mencionado, el problema de las tradiciones espirituales (y las aproximaciones metafísicas) es que tienden a tomar los niveles de consciencia como preexistentes, independientemente del preceptor de esos dominios. Pero la investigación moderna y post-moderna ha mostrado como los trasfondos culturales y las estructuras sociales moldean profundamente la percepción en todos los dominios. De esto no podía ser plenamente consciente la filosofía perenne por que no diferenciaba lo suficiente los cuatro cuadrantes. Por todas estas razones, hablar de los niveles como realidades ontológicas independientes es muy problemático, y por ello Ken Wilber tiende a enfatizar las facetas epistemológicas de los niveles de consciencia sobre las meramente ontológicas.
El modelo post-metafísico solo admite que algunas cosas podrían ser preexistentes desde la involución, serían patrones realmente arquetípicos (o prototípicos) que podemos suponer razonablemente que existen desde antes del comienzo de la evolución, es decir, desde antes del Big Bang. Hay una forma mitológica que nos puede ayudar a expresar lo que no puede ser explicado conceptual o dualísitcamente: cuando el Espíritu se “arroja a sí mismo hacia fuera” (a eso se le llama involución) para crear este universo particular deja vestigios y reverberaciones de esa expulsión Kósmica. Estos vestigios constituyen muy poco del contenido de las formas, las entidades y los niveles. Son más bien un enorme campo morfogenético que atrae gentilmente (Ágape) hacia niveles más amplios y profundos, una atracción que se manifiesta como Eros en todos los holones. (así que Ágape es el Espíritu tirando de todos los holones hacía sí, lo que produce Eros, o el impulso de todas las cosas hacía el Espíritu, por lo tanto son la dos caras del mismo impulso). Todas la cosas son Espíritu jugando a ser Otro. Por ello en todas las cosas está Eros, el impulso de encontrar el Espíritu. En el plano relativo eso se manifiesta como la tendencia a alcanzar niveles más profundos, diferenciados y abarcantes. Lo holones tratan de buscar en el tiempo lo que al final solo puede encontrarse más allá del tiempo. Sí todos los holones tienden hacia el Espíritu, el Espíritu también desciende hacia lo holones, y a eso se le llama Ágape. Además de Ágape y Eros, ¿hay más cosas prexistentes desde la involución? Podemos suponer que hay otras:
– Un gradiente morfogenético en el reino manifiesto. Esto se refiere a la curvatura del espacio/tiempo a través de todas las formas posibles de la matriz AQAL: Eros opera a través de un gradiente de creciente inclusividad. Este gradiente (torpemente expresado por las tradiciones premodernas como una serie de niveles y planos preexistentes que van de la material al Espíritu, la “gran cadena del Ser”) representa una inclinación del universo hacia Dios. La involución crearía, no una serie de niveles prefijados, si no un enorme campo morfogenético de potenciales, definidos no por sus contenidos y formas prefijados si no por su posición relativa en el deslizante campo.
– Ciertas formas o patrones prototípicos. Por ejemplo, muchos físicos postulan que ciertas leyes físico-matemáticas como preexistentes, pues ya actuaron en el mismo momento del Big Bang. Ken Wilber propone que los 20 principios que siguen todos los holones son la formas residuales del Gran Sueño, ecos del Gran Olvido que puso esta ronda en movimiento, formas involucionarias que fueron tatuadas en la piel traslucida del radiante Kosmos en su puesta en marcha.

Debemos ser muy cuidadosos de no confundir las cosas existentes a priori porque han emergido en la evolución- que no son pre-existentes eternamente, si no creadas por la historia temporal, caótica y evolutiva y legadas al futuro como hábitos que entonces son existentes a priori en un sentido temporal- y las cosas existentes a priori desde la involución, que son lo que debes tener antes de poder tener cualquier otra cosa, y, por lo tanto, parecen existir desde o antes del Big Bang.
Como vemos en la versión metafísica en la involución el Espíritu ya deja casi completamente fijadas las reglas del juego de la evolución. La visión post-metafísica del Espíritu ve el asunto de forma más creativa: ciertas reglas de juego muy básicas son creadas al principio, el resto va surgiendo creativamente en la evolución.

(Paréntesis: los 20 principios holónicos
Los 20 principios son simplemente algunas de las tendencias de los sistemas en evolución donde quiera que los encontremos; son “patrones kosmicos”. No hay nada sacrosanto acerca del número “20”. Algunos de estos son simplemente definiciones, otros son tendencias reales. El principio 2 tiene realmente 4; el 12 tiene 5 (son 19); hay 3 adiciones (22); pero al menos dos principios son simples definiciones (e.g. 7, 9), lo que da a cerca de 20. Pero el lector interesado puede probablemente encontrar más que añadir (o eliminar)…
1.- la realidad como un todo no está compuesta de cosas o procesos, sino
por holones (totalidades que son partes de otras totalidades; e.g los átomos son partes de moléculas, que son partes de células, que son partes de organismos, etc.).
2.- los holones muestran cuatro capacidades fundamentales:
autopreservación (individualidad), autoadaptación (comunión), autotrascendencia (eros) y autoinmanencia (agape).
3.- los holones emergen.
4.- los holones emergen holárquicamente.
5.- cada holón emergente trasciende pero incluye a sus predecesores.
6.- lo inferior establece las posibilidades de lo superior; lo superior
establece las probabilidades de lo inferior.
7.- el número de niveles que comprende una jerarquía determina si esta
es “superficial” o “profunda” y el número de holones en un nivel dado
le llamaremos su “extensión”.
8.- cada nivel sucesivo de la evolución produce mayor profundidad y
menor extensión.
Adición 1: cuánto mayor es la profundidad de un holón, mayor es su grado de consciencia
9.- destruye un holón de cualquier tipo y habrás destruido todos sus
holones superiores y ninguno de los inferiores.
10.- la holarquías coevolucionan.
11.- lo micro está en una relación de intercambio con lo macro en todos
los niveles de su profundidad.
12.- la evolución es direccional.
A. Mayor complejidad
B. Mayor diferenciación/integración
C. Mayor organización/estructuración
D. Mayor autonomía relativa
E. Mayor telos
Adición 2.- todo holon emite un IOI(incompleto o incierto) al kosmos.
Adición 3,. Todos los IOIs se saldan en el vacío
Fin paréntesis sobre 20 principios holónicos)
El pluralismo metodológico integral
Es el paradigma asociado a la metateoría integral. Trata de integrar la distintas metodologías que sirven para investigar cada uno de los cuadrantes, es decir, las formas de investigación que sirven para poner de relieve aspectos de alguno de los cuadrantes. Se constituye así todo un sistema operativo integral (SOI) que combina específicamente todos los modos de investigación puestos a punto hasta el momento (por ejemplo: empirismo, fenomenología, hermenéutica, teoría de sistemas,…) con el fin de producir una aproximación al Kosmos lo más abarcante posible, es decir que tenga en cuenta tantos aspectos como sea posible y que evite ignorar alguna dimensión. Se incluyen todas estas metodologías y disciplinas integrándolas en un marco integral, trascendiendo sus parcialidades, absolutismos y prácticas excluyentes.
Por seguir con la metáfora informática cualquier cerebro operando con el SOI escanea automáticamente todos los fenómenos- interiores y exteriores- buscando cuadrantes, niveles, líneas, estados o tipos que no están siendo tenidos en cuenta. Entonces el SOI actúa para corregir este desequilibrio y ayuda a mover al sistema a una posición más inclusiva e integral.
El SOI, el paradigma integral, es un conjunto de prácticas, no de teorías. Las teorías mapean el territorio, los paradigmas lo descubren en primer lugar. La palabra “integral”, indica que el pluralismo no es un mero eclecticismo donde tomamos una serie de paradigmas sin relación, si no un metaparadigma que teje todas sus hebras en un tejido integral. Pero sobre todo es metodológico, un paradigma real o conjunto de prácticas y experimentos que descubren el territorio, no meramente un nuevo mapa holístico sin territorio.
El pluralismo metodológico integral tiene dos aspectos uno paradigmático y otro el metaparadigmático. El aspecto paradigmático hace referencia a los distintos paradigmas integrados. Sobre ellos actúa el aspecto metaparadigmático, relacionando deliberadamente esos paradigmas, por ejemplo, siguiendo el mismo fenómeno simultáneamente en distintos cuadrantes. Estas practica metaparadigmáticas descubren relaciones integrales u holónicas que ya eran operativas pero no visibles para la consciencia no integral.
Principios integradores que dan lugar al Pluralismo Metodológico Integral
La esencia de la Metateoría integral: “ todos tienen razón”
En general los distintos paradigmas proporcionan datos o experiencias reales en determinadas parcelas del Kosmos. Tener esto en consideración nos lleva a honrar incluir e integrar los paradigmas y metodologías fundamentales de todas las formas de investigación humana (tradicional, moderna y postmoderna).
El modelo integral (AQAL) es una metateoría que trata de integrar la mayor cantidad de material proveniente del pluralismo metodológico integral, honrando el primer requisito de un abrazo integral: “todos tienen razón”. No se trata de decir que paradigma está bien y cual no, si no de tratar de explicar qué tipo de Kosmos permite que todos esos paradigmas hayan aparecido.
Primer principio: No Exclusión
Una cosa es decir “todos tienen razón” y otra, muy distinta, es ser capaz de integrar de forma coherente paradigmas que, en algunos casos, parecen contradictorios. Parece haber, al menos, tres principios integrativos que pueden sernos útiles en esta empresa- es decir, principios que nos puede ayudar a incorporar el mayor número de verdades del mayor número de fuentes.
El primer principio integrativo útil es la no exclusión. Esto significa que podemos aceptar las distintas verdades validas (es decir, verdades que superan las pruebas de validez de sus propios paradigmas en sus propios campos, sea en la hermenéutica, la ciencia, la espiritualidad, etc.) siempre y cuando hagan declaraciones sobre la existencia acerca de los fenómenos que descubren y no cuando hablan sobre la existencia de fenómenos descubiertos por otros paradigmas. O sea, un paradigma puede juzgar competentemente en su propio espacio del mundo, pero no en otros espacios descubiertos, y sólo vistos, por otros paradigmas. Así que un paradigma no puede ser usado para negar, excluir, oprimir o colonizar violentamente otros paradigmas, otros campos, datos de otros dominios, otras experiencias experimentales. En definitiva, un paradigma no puede ser utilizado para excluir otros paradigmas legítimos.
Así se liberan los paradigmas limitándolos, lo que quiere decir que, desde un punto de vista integral, los limites ya existentes de un paradigma particular se vuelven evidentes, y así, cuando un paradigma opera dentro de sus limites, las conclusiones de ese paradigma son más creíbles, mientras que no lo son las que se refieren a parcelas dentro de sus limites. Parte del problema de los distintos paradigmas individuales y los campos que crecen a su alrededor es que esos paradigmas pretenden cubrir la totalidad de la realidad, y cuando fallan en esa empresa, la totalidad del paradigma es puesto en tela de juicio o rechazado, cuando todo lo que se necesita rechazar es su pretensión de exclusividad.
Segundo principio: Despliegue
Cuando se trata de no excluir a ningún paradigma, varios de ellos pueden entrar en conflicto. Este segundo principio puede ayudar a evitar esto.
La naturaleza holónica u holárquica del fluir de la existencia- donde cada momento o cada verdad es trascendido e incluido por el siguiente momento o por otra verdad más amplia- se resume en el principio del despliegue. Este principio sugiere que los paradigmas, como todos los momentos, son en sí mismos verdaderos y adecuados; pero algunos paradigmas pueden ser más abarcantes, inclusivos y holísticos que otros. Esto no hace que los paradigmas estén equivocados, simplemente son validos aunque parciales.
Así que todos pueden e razón porque unas visiones tienen más razón que otras. Ninguna está totalmente equivocada; simplemente algunas son más inclusivas, abarcantes, holísiticas, trascienden e incluyen más cosas. Pero que las moléculas sean más inclusivas que los átomos no significa que nos podamos librar de los átomos, o que los átomos pueden ser negados. Ser una verdad parcial es todavía ser una verdad.
La metateoría AQAL maneja esto de la siguiente forma: específica el lugar concreto de la matriz AQAL desde el que un paradigma legítimo se aplica, y los fenómenos que ese paradigma pone en evidencia son tan ciertos como pueden serlo en esas coordenadas de la matriz AQAL. Así se pueden integrar varios paradigmas próximos, siendo cada uno reconocido y apreciado como valido en su parcela concreta del Kosmos.
El principio integrativo del despliegue nos permite reconocer las muchas verdades parciales en cualquier proceso que se desarrolla y se despliega. Nótese bien que este principio no se aplica entre distintas corrientes: es decir, no puede usarse para violar el principio de no exclusión. Solo se aplica a fenómenos en la misma corriente general o paradimática.
Tercer principio: Enacción
Los fenómenos no están simplemente ahí fuera esperando ser vistos. A eso se le llama “el mito de lo dado”. Los fenómenos son co-creados, traídos a la existencia, puestos de manifiesto, iluminados por una serie de experimentos, paradigmas o practicas sociales (“si quieres saber esto, haz esto”). Todos los paradigmas y experimentos son realizados por un sujeto (o grupo de sujetos), y todos los sujetos tiene disponibles diferentes estados de consciencia. Por ello cada estado pone de manifiesto un mundo diferente. Ese es exactamente el principio de la enacción: la subjetividad pone de manifiesto un mundo fenomenológico en el acto de conocer ese mundo.
Los sujetos no perciben mundos, si no que los co-crean. Diferentes estados en los sujetos ponen de manifiesto mundos diferentes. Para la teoría AQAL, esto significa que los fenómenos puestos de manifiesto por los diversos tipos de investigación humana serán diferentes dependiendo de los cuadrantes, niveles, líneas estados y tipos de los sujetos poniendo de manifiesto el fenómeno. Un sujeto en un nivel de consciencia no co-creará y pondrá de manifiesto el mismo espacio del mundo que un sujeto en otro nivel; y lo mismo par cuadrantes, líneas, estados y tipos.
Esto no significa que los fenómenos no estén ahí de forma objetiva; significa que no están ahí para todo el mundo. MacBeth existe, pero no para mi perro. Las Células con ADN existen, pero solo pueden ser vistas por sujetos usando microscopio. El nirvana existe, pero no para un nivel de consciencia dualista, etc. Los fenómenos existen, se ponen de manifiesto solo para sujetos que pueden co-crearlos, ponerlos de manifiesto.
Esto nos permite integrar paradigmas aparente inconmensurables. No nos centramos en los fenómenos, si no en las practicas que los ponen de manifiesto. Esas practicas vienen de diversos lugares en la matriz AQAL. Si el principio del despliegue nos permitía comparar paradigmas de la misma línea, este principio nos permite comparar paradigmas de distintas líneas. Individuos que hayan puesto de manifiesto los fenómenos de distintos paradigmas, pueden compararlos. Así, por ejemplo se puede comparar la física y el misticismo, y llegar a la conclusión de que ambos tratan con dominios reales, en distintas parcelas de la matriz AQAL..
Estos tres principios- no exclusión, despliegue y enacción- son tenidos en cuenta para responder al hecho de que numerosos paradigmas diferentes son ya practicados competentemente en todo el mundo; por lo tanto la pregunta no es cual es correcto y cual está equivocado, si no como es posible que todos ellos estén surgiendo en el Kosmos. Estos tres principios tienen que estar operando ya en el universo para que todos estos paradigmas puedan estar surgiendo.
Siguiendo estos tres principios, el pluralismo metodológico integral integra paradigmas que ponen de manifiesto fenómenos en cada uno de los cuadrantes. Algunos ejemplos: la fenomenología y la introspección iluminan, ponen de manifiesto aspectos de la primera persona del singular (cuadrante superior izquierdo); la hermenéutica y la investigación colaborativa ponen de manifiesto aspectos de la primera y segunda persona del plural (intersubjetividad, cuadrante inferior izquierdo); el empiricismo y el conductismo ponen de manifiesto aspectos de la tercera persona del singular (cuadrante superior derecho); el funcionalismo y la teoría de sistemas ponen de manifiesto la tercera persona del plural (interobjetividad, cuadrante inferior derecho). Por supuesto, hay muchos otros modos de investigación importantes, pero esos son algunos de los más significativos históricamente, y que ciertamente cualquier pluralismo metodológico integral querría integrar.
El Yoga de las perspectivas primordiales
Cada cuadrante puede ser visto desde el interior o desde el exterior, dando lugar a las 8 perspectivas primordiales disponibles para cada holón. No vamos a entrar aquí a describir esas 8 perspectivas, los interesados pueden consultar el extracto C del volumen 2 de la trilogía del Kosmos. Lejos de ser algún tipo de sistematización abstracta, estas 8 perspectivas resultan ser los espacios fenomenológicos desde los que se han creado las formas más importantes de investigación humana.
El universo manifiesto está compuesto de holones, y como todos los holones son seres sintientes, estás dimensiones o perspectivas de ser-en-el-mundo acompañan a los holones donde quiera que aparezcan- de los átomos a las hormigas a los primates- no necesariamente como perspectivas autorreflexivas, sino como dimensiones de su propio ser-en-el-mundo. En otras palabras, estas perspectivas están en todos los seres sintientes. ( Por supuesto, si uno no está cómodo extendiendo la consciencia hasta los niveles más superficiales- como los átomos- puede sentirse libre de situar la aparición de cualquier tipo de experiencia o proto-experiencia en cualquier punto (y entonces puedes suponer a los holones más superficiales como “precursores” de la experiencia y de la consciencia) . Presumiblemente cuando llegamos a los humanos, las perspectivas primordiales de la primera, segunda y tercera persona han aparecido, y puedes empezar desde ahí).
Si vemos el Kosmos como compuesto primariamente de seres sintientes- y no compuesto de sistemas, procesos, redes, información, materia, energía, etc.- entonces tenemos un Kosmos compuesto de perspectivas- y no sentimientos, consciencia, percepciones, etc. Si los quarks tienen algún tipo de interioridad un quark es una primera persona. Y cualquier cosa que ese quarck registre no es otra particula, sino una segunda persona.
Cada ser sintiente (u holón individual) registra otros seres sintientes (u holones individuales) a su propia manera experiencial o protoexperiencial.- pero ninguno de ellos puede registrar su existencia de otra forma que no sea una perspectiva. Nunca hay un sujeto que ve un objeto. No hay una percepción donde una entidad ve otra, porque eso es ya una perspectiva de una primera persona hacia una segunda o una tercera persona. Así, no hay espacio real que no sea siempre ya un espacio-surgiendo-como-una perspectiva. Decir que los cuatro cuadrantes aparecen simultáneamente es decir que las dimensiones ontológicas y las perspectivas epistemológicas son una y la misma cosa, por eso se las puede llamar dimensiones-perspectivas. Es decir, la primera, la segunda y la tercera persona siempre aparecen en escena juntas.
¿Hay alguna percepción que no sea una perspectiva?. Probablemente sí, y tiene que ver con el nirvikalpa o la consciencia sin forma (o puro vacío- la consciencia sin objeto, por lo tanto sin perspectiva). El samsara (el mundo de la forma) está compuesto de perspectivas, y el nirvana (o el Vacío) es percepción pura sin objeto o perspectiva. La unión del Vacío y la Forma es, por tanto, la unión de percepción y perspectiva, donde en mi percepción pura soy uno con todo lo que emerge (aunque se exprese a través de mi perspectiva particular, con la que ya no estoy identificado). Encontrar el Vacío es una libertad de todas las perspectivas (un nirvana libre de samsara); unirlo a la forma es encontrar la Plenitud de perspectivas que es la única que puede expresar esa Libertad (la no dualidad de samsara y nirvana). La Sabiduría es trascender las perspectivas la Compasión abrazarlas a todas.
Pero el camino que lleva a encontrar esa Percepción allende las perspectivas suele pasar por ampliar las perspectivas al máximo. Cada holón es una apertura en la que se dan esas tres perspectivas. Cada holón más profundo es una apertura mayor en la que esas perspectivas pueden ser más amplias.
El modelo integral, el SOI, al explicitar las distintas perspectivas tiende a hacer nuestra apertura más amplia ayudándonos a ir alcanzando la profundidad infinita que potencialmente nos pertenece. Así, si ampliamos al máximo la primera persona, eso nos llevará al Yo, al Testigo puro que observa inafectado el despliegue impersonal del Kosmos (la tercera persona llevada al límite). La segunda persona llevada a su máxima amplitud es el alma humana en sobrecogedora comunicación con lo divino. Pero incluso antes del infinito, que nuestra apertura sea más amplia, integrando más perspectivas, nos va a dar un enfoque más compasivo, eficaz y abarcante de cualquier asunto. En estas jornadas veremos como el modelo integral puede iluminar distinto asuntos. Manuel Márquez nos hablara de las crisis y su importancia en la transformación; Maribel Rodríguez de las relaciones de pareja; Ralph Pochadt de la empresa y los negocios; Stuart McNichols de la educación; Raquel Torrent de la practica transformativa integral (una de las aplicaciones particulares del pluralismo metodológico integral); etc.

Y cuando nuestra apertura sea lo suficientemente amplia quizás comencemos a entrever esa Percepción que trasciende toda perspectiva; ese silencio profundo de nuestro Corazón (que es el Corazón del Kosmos), y de eso nos hablarán Alfonso Colodrón y David González.

Alejandro Villar

Ponencia de Alejadro Villar en el marco de las III Jornadas Integrales. Mayo de 2005.

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Antropólogo. Profesor de Meditación y Formador de profesores de la escuela Yoga Síntesis.

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