La doma del toro: VI Montándolo hasta casa

La Doma del Toro (buey o búfalo). Las diez etapas del despertar
Monto el toro, lentamente regreso a casa.

El son de mi flauta endulza la tarde.

Marco con palmas la armonía que me acompaña, y dirijo el ritmo eterno.

Quien oiga esta melodía se unirá a mí.

 

Comentario:

La lucha ha terminado, se han equilibrado pérdida y ganancia.

Canto la canción del leñador de la aldea, y entono melodías infantiles.

A horcajadas sobre el toro, contemplo las nubes en el cielo.

Recorro mi camino, sin importarme quien desde atrás me llame.

La lucha ha terminado, el toro está manso, sabe quién es su dueño. Ahora ya no se necesita “aferrar” ni tampoco hay miedo en “soltar”, el toro se ha domesticado. El toro se ha rendido después de luchar con todas sus fuerzas pero nosotros con nuestro centramiento no lo hemos dejado respirar, ahora será un fiel aliado.

La lucha ha terminado porque ya no nos atrapamos en la ignorancia; no alimentamos el ego. Hemos comprendido lo ilusorio de la vida y hemos desactivado el mecanismo neurótico del sufrimiento. La mente serena deja traslucir la verdadera realidad. Cada cosa es tal cual es, no hay confusión.

La lucha ha terminado y ahora vuelves a casa, a uno mismo, Esa melodía que tocas encima del toro es la melodía de la vida. Representa la simplicidad, la armonía, la sincronización de todos tus aspectos. Fluyes con el ritmo de la vida. Ya no hay nada contra lo que combatir. Tu cuerpo ha perdido rigidez.

Vuelta a lo que eres, a tu naturalidad, a tu esencia. Ya no será necesaria la disciplina. No hará falta la cuerda, el lazo, el toro te sigue allá donde vayas. La música es el símbolo de la alegría interna, de la felicidad.

 

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Antropólogo. Profesor de Meditación y Formador de profesores de la escuela Yoga Síntesis.

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