La Doma del Toro (buey o búfalo). Las diez etapas del despertar
Demasiados pasos se han dado para regresar a la raíz y la fuente.
!Mejor hubiera sido sordo y ciego desde el inicio!
Morar en la propia intimidad, indiferente a lo de fuera.
Las aguas del río fluyen plácidas y las flores son rojas.
Comentario:
La verdad es clara desde el inicio.
Equilibrado por el silencio, observo la producción y desintegración de formas.
Quien no esta vinculado a las “formas”, no precisa ser “re-formado”.
El agua es esmeralda, la montaña es añil, y observo la generación y la descomposición.
• La flor del manzano ha florecido sin porqué. Azul es la respuesta del cielo. Una vez uno ha experimentado la Vacuidad no te puedes detener. No hay un fin donde detenerse, todo continúa y todo vuelve a empezar. Ni siquiera la Vacuidad es real.
El sutra de la Gran Sabiduría dice:
“Los fenómenos no son diferentes de la vacuidad,
la vacuidad no es diferente de los fenómenos.
Los fenómenos son vacuidad.
La vacuidad es fenómeno”.
Es posible que nirvana y samsara sean lo mismo, dos caras de la misma moneda, como el ser y el no-ser. Tomar partido por uno es fragmentar la totalidad. Tenemos que decir que la flor florece sin porqué. Al menos sabemos que estamos ante el Misterio. Puedes permanecer en el Nada, en el vacío contemplando las infinitas posibilidades, pero ahora es tiempo de hacer alquimia. Hay que florecer junto al almendro, hay que interpretar creativamente la vida, hay que hacer magia con los actos. Eres cocreador con el cosmos. Puedes ser un árbol, un niño, un loco, tienes la posibilidad de ser todo y a la vez de no apegarte a nada. Ya no se buscan certezas absolutas sino estar en armonía con lo que ES, aunque esto tenga la forma que tenga.