¿Alguna vez has visto un bebé?.
Cuando llora, llora todo él. Cuando sonríe, sonríe todo él. Cuando agarra algo, lo agarra todo él. Cuando no quiere algo, todo él lo rechaza.
Así llegamos al mundo “de una pieza”, nuestro impulso es único. En esos momentos la inmensa mayoría de asuntos importantes los hacemos y manifestamos de una forma bien orgánica. Somos un potencial de energía para vivir, para proyectarnos en la vida y desarrollarnos.¿Alguna vez haz visto un niño?
Cuando quiere algo ya se lo piensa dos veces y actúa con vehemencia e ímpetu para conseguirlo, o con sollozo mirada tierna para que se lo demos.
Como niños bien tenemos que sobrevivir emocionalmente y adaptarnos a las vicisitudes que nos plantea el entorno y los adultos.
Rápido aprendemos cual es la estrategia…. ¡nuestra estrategia!.
¿Qué funciona mejor, un agresivo “voy a por ello” o un tierno “que bueno soy”?
Nuestro impulso ya no es único, se ha dividido. Lo tierno o bien lo agresivo pasa por delante lo uno de lo otro… es “la estrategia del Ego” y hay que decidir.
¿Alguna vez haz visto un adolescente?
¿Quién soy?, ¿Cómo soy?, ¡Yo no soy como tú!
Míster Ego ganó la partida, tomó el mando y buscamos re-identificarnos.
¿Quién habló de autoestima? Ya empezamos a confundir lo que dicen sobre lo que hacemos con lo que somos.
Gran revolución hormonal y cierre del carácter. Se ancló el eneatipo y este se mantiene mediante una coraza muscular que nos limita emocionalmente. Esa coraza da una estructura corporal, algunas más deseadas y otras no tanto dependiendo de la moda del momento, pero igualmente limitantes.
Adiós conexión con el propio potencial, y bienvenido lo que toca:
Y tocará: estudios, máster, trabajo, sueldo, novia, pareja, hijos, etc….. toca lo que toca, según creemos que toca, a lo mejor hasta toca ser un rebelde o un anti….. en todo caso es porque toca.
¿Alguna vez has visto un adulto?
¿Se preguntan algo sobre sí mismo?
Suele estar enfermo de desconocimiento del SÍ MISMO.
Míster Ego con patas es muy adulto y seguramente tiene muchas respuestas “sobre sí mismo”, o sea, su personaje: quien cree ser, quien cree que debe ser pero que no alcanza a ello, será aquello que cuando tenga le dará la felicidad… o ¿será aquella persona que nunca tuvo?
Míster Ego con patas no conoce al SÍ MISMO con mayúsculas y por eso nunca alcanza, y no quiere conocerlo porque entonces perdería el poder.
SÍ MISMO es lo que somos más allá de lo que hagamos, pensemos o experimentemos como emoción. Sólo hay que recordarlo, siempre ha estado ahí es el potencial que aún tenemos de aquel bebé de impulso no dividido. Sólo hay que reconectar con él.
¿Y cómo se hace para conectar y recordarte de SÍ MISMO?
Míster Ego tiene un magnífico traje con el que toma el mando de la situaciones, pero este traje no eres tu.
Es un traje que actúa como corsé y que con los años se ha instalado en tu cuerpo, haciéndote pensar, sentir y actuar como el ego cree que es correcto.
Lo más dañino de este traje es que al mismo tiempo te hace olvidar de quien eres (SÍ MISMO) y pasas a creer ser lo que representa tu traje.
El recuerdo del SÍ MISMO, se logra conociendo cual es mapa de Míster Ego (enegrama) y cual es el manual de uso tu personaje (enatipo o número). Finalmente conocerás y actuarás sobre tu cuerpo, aflojando el corsé que te impone Míster Ego y descubrirás que el recuerdo de tu SÍ MISMO está guardado en tu organismo, en tu cuerpo, que siempre ha estado ahí pudiendo acceder a él.
Javier Muro
www.locorporal.com