INTUICIÓN
A veces, en la noche oscura del alma, aparece un rayo fulgurante que lo ilumina todo aunque sea por breves momentos. Y es entonces cuando, de un solo golpe, sin pasar por el alambique del pensamiento, entendemos la realidad que tenemos delante.
Cuando la mente se ilumina es capaz de aprehender la realidad, interna o externa, tanto da, como si pudiera amasarla hasta extraerle todos sus jugos. Eso mismo es la intuición que penetra en el corazón de las cosas y de los seres, haciéndole hablar a la vida sin necesidad de un cuestionario.
Por eso en meditación, si conseguimos reducir el estruendo de los pensamientos que se agolpan uno detrás del otro sin orden ni concierto, podremos asomarnos a ese abismo intuitivo que es capaz de abrir los secretos de la existencia.
Om shanti. Julián Peragón